Se supone que "chisme" deriva de "chinche", nombre de ese pequeño animalejo que brinca, pica y molesta. Y hoy, como hace cien años, el acontecer cotidiano de la vida y obra del vecino, tio, primo, prima o conocida no deja de ser interesante para los que:

1. No tienen nada que hacer
2. Son periodistas frustrados
4. Prefieren hablar de otras vidas, antes que de la propia que seguramente es poco interesante
5. Sienten la necesidad compulsiva de comunicar (ya sea en tiempo real o diferido) cuanto ven, oyen y hacen (ellos y los demás)
6. Se enviciaron desde chiquitos jugando teléfono descompuesto
7. Son amantes de la novedad y nunca dejan de sorprenderse

O sea... y pa acabar pronto, a todos nos gusta el chisme de lavadero. La diversión se acaba cuando la información se transforma en un mounstro aplastante que suena más a leyenda que a realidad y el protagonista de todo aquello es uno mismo. Ahora si, cabe decir, el chisme es de mal gusto. (ja)

Ante el chisme no hay mejor arma que ignorarlo. Que si te vieron, que si te dijeron, que si les dijiste y te contestó, que si te encontraron y luego te maltrataron y luego no te gustó y que se la recordaste y te la recordaron y que si eres una esto, un aquello y desde entonces a chuchita la bolsearon.. bueno. Al fin y al cabo, todo es publicidad.

La Reina acepta el chisme en Jauja pero antes de ser regado deberá pasar primero por oidos de la Reina. Aquel chismoso que levante falsos en contra de la Reina o bien, afecte con eso la dignidad, la alegría y la paz de los habitantes de este idílico lugar será sometido a un juicio injusto. Recomiendo ver la película de Old Boy a manera de ejemplo.